lunes, 27 de febrero de 2012

Un día confuso

- No me entiendo.

Dijo esto y calló. Entrecruzó sus manos, en busca de un refugio, sentía que el escondite de sus dedos le podía permitir entender sus palabras, o simplemente que se escaparan y no ser consciente de su significado.

-Acaso, ¿tú te entiendes?.

domingo, 26 de febrero de 2012

Un rato, que no es un momento

Hay ratos y momentos.

No se en que se diferencian según los tecnicismos semánticos entre ellos, no se eso, ni otras muchas cosas, pero a veces, sí que me vienen sentimientos, sensaciones de lo que quiero, de lo que necesito en esos momentos y en aquellos ratos.

En los ratos quiero verte y en los momentos necesito esconderme. 

Luego aparece otro rato de sentir que necesito volar y alejarme, sin dejar que se vaya este rato, surge el momento en que anhelo quedarme, aquí sin más.

Se avalanza sobre mí las ganas de soñar, de imaginar, de recrear...son ratos intensos, el sentimiento se me escapa y lo dejo que se muestre, que sea él en un estado puro, porque se que vendrán otros momentos, que le tenga que esconder, no mostrar lo que deseo.

Segundos de ratos, minutos de momentos, horas dudosas entre un rato y algún momento, todo se mezcla, sale y se queda, va hacia ti y se estanca en mí.

Empecé esto en un rato y lo he acabado en un momento.

martes, 21 de febrero de 2012

Las canas

Pedro acumulaba canas.

Cada una ella tiene detrás el nombre de una persona, de un momento triste de su vida, de un desamor, de un cariño no encontrado, de horas de soledad, de minutos de miedo, de esperanzas perdidas en un día soleado, de palabras olvidadas por no ser dichas, de secretos que nunca me quiso decir, de lágrimas guardadas para no molestar, de que ella se fuera lejos sin billete de vuelta, de...de muchos "des".

Pero hay una cana, un "de", que le brilla más que ninguna, el momento que se olvidó que hoy era un presente que no iba a volver y se quedó mirando por unos ratos un pasado que se esfumó y un futuro que no existía, y no existe.

Detrás de una puerta


Cerró la puerta y con ello abrío el baúl de sus recuerdos.

Estaba ya sola, con ella, con lo vivido, que ya se había quedado en el pasado y quizá prometía una situación futura. Allí con las ideas que le iban y venían. Se recogió en una esquina, quería hacerse pequeña, pasar desapercibida en el mundo que giraba,  sentir que todo se movía hacia delante y ella echaba la vista hacia atrás, donde habitaban unas memorias que quería pescar para guardar en su pecera.


Cerró la puerta y con ello no sabía si la volvería abrir de nuevo.

lunes, 6 de febrero de 2012

Por Él

Hoy, creo que ayer también y casi diría que desde siempre, estaba pensando en ÉL. Quien me ha acompañado por mi camino, con quien me he sentido segura, quien estaba mañana se ha acordado de mí, y mañana lo hará. Lo vi llorar por mi ausencia y la vuelta de allí. Lo veo sonreír cuando me ve, cuando le cuento algo bonito de mi vida, cuando lo abrazo y lo beso, y me encanta ver su sonrisa, es la de un niño con la piel curtida por la vida. Sus ojos son pequeños, y se pierden detrás de sus gafas, sus manos son  gruesas y tatuadas con las horas de trabajo.

Me gusta cuando me da la mano, me hace sentir segura, sin miedo, invendible. Él me hace creer que todo lo puedo.

Gracias C.