miércoles, 18 de enero de 2012

Yo, me, mí y conmigo

Mi nombre es Luciana Antonia Forcena Jimeneza.

Convivir con dos personalidades, es complicado, hacerlo con tres, es un reto, unirle una cuarta, es monstruoso.

Mis padres al darme dos nombres y dos apellidos, amasaron el germen de la formación de mis cuatro caractéres irreconceliables entre ellos; cada uno con sus rasgos característicos:
Antonia, lo que se ve.
Forcena, apellido paterno, lo que lucho por ser.
Jimeneza, apellido materno, la vida ajustada a la moral.
Luciana, mi ser más oscuro, no en su significado sexual, que eso es terreno de Forcena, si no en los miedos de la existencia personal.

Luciana, sabe donde atacar a Antonia (lo que soy) y a Forcena (lo que lucho por ser). Especialmente cuando Antonia está despistada con su mundo laboral y Forcena anda con sus asuntos díscolos, es cuando Luciana se hace fuerte. Ella, sabe usar siempre técnicas muy sibilinas, sabe desgastar al contrario, conoce como entrar en la cabeza de Antonia y sabe como desquiciar a Forcena.

Luciana, es manipuladora, su objetivo final es la destrucción de la paz entre Antonia y Forcena. La he oído y visto tejer una madeja de engaños donde Antonia y Forcena casi han quedado atrapadas.

Ahora, si os estáis preguntando por Jimeneza (la moral) no parte de la lucha entre Lucianda, Antonia y Forcena, es porque perdió la batalla hace tiempo, vive recluida en un sanatorio, eso sí, sigue ejerciendo su papel desde allí.

2 comentarios:

  1. Por aquí nos encantan las cuatro. En conjunto hacen la imperfección perfecta (o perfección imperfecta?). Bueno, tú ya me entiendes...

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  2. La entropía caótica....fresas con o sin nata?

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