domingo, 31 de julio de 2011

¿La morriña te lleva o tu llevas a la morriña?

La morriña sólo se puede explicar en la lejanía de tu tierra.

http://www.youtube.com/watch?v=7_AG-jXLYq0


Ixo Rai, grupo Aragonés, cantando "un País" con el gran y desaparecido Labordeta

miércoles, 27 de julio de 2011

Retales de unas vacaciones futuras

Quiero echarme sin despertador porque eso me hará levantarme sin él. Me gusta escuchar las campanadas del pueblo desde la cama, las previas que son siempre a la hora menos cinco, y las de en punto, me gusta contarlas dos veces y comprobar que sé la hora que es, sólo por saberla porque no me importa. Amo desayunar tranquila, sentir la tranquilidad de la no-prisa, respirar intensamente, tomar tiempo al inhalar, hacer mil cosas y luego exhalar. Disfruto bebiendo en porrón en la cocina del pueblo, toda la familia alrededor de la mesa, mi padre bebe con maestría, golpe seco, mi madre se mancha siempre, y la cerveza "agasiosada" le resbala comicamente por la comisura del labio. Me gusta volver a abrazar a mis amigos, tocarles, sentirles, pasar horas con ellos, hablando, sabiendo que aunque nos lo hayamos contado antes, es de nuevo nuestro momento para nosotros, para hablar de lo hablado, reír y llorar de lo vivido. Me perderé por las calles de mi ciudad de origen, tomaré una cerveza que me sabrá especial. Iré al pirineo, andaré, comeré la naturaleza entera, no habrá nada en el mundo que me impida ser feliz en ese momento. Quizá me voy a la playa con ellas, mis chicas, no me gusta la playa, pero ellas me encantan. Puede que me pierda más al Norte, sólo por ir, tocar el mar del Norte, mirar a los dos lados y ver que tengo tiempo para caminar hacia un lado y hacia otro.

No sé, creo que tengo ganas de vacaciones!

Más de 1000 visitas

Debe haber una persona que se me escapa, porque yo creo que he hecho el resto de las 999 visitas. O bien será que la primera viene de regalo con el blog y así ya tendría las 1000 visitas.

martes, 26 de julio de 2011

El olor de esos veranos

Los veranos me siguen oliendo a tomillo de Otherland, a sal de Salou, a agua mojada del jardín de casa de mis padres, a chorizo de pamplona sudoroso del sol en la Piscina de las Delicias.

Es curioso, ahora que estoy relajada, oyendo el aire, sin oler lo que hay en el presente, me vienen todos esos olores del pasado, de mis veranos. Un segundo, vienen más, se están agolpando. Este olor lo siento, pero me está costando reconocerlo, sí es la fragancia de Luis, el día que nos besamos en un parque de Otherland, era un perfume que salía de su cuello y me abrazaba. Se acerca otro, creo que es olor a frío, sí ese olor que te penetra no sólo por tu piel, si no que lo respiras en lo alto del Cabezuelo de Otherland, y te abrazas o le abrazas y hueles al frío de verano. Creo que mi madre está haciendo tortilla de francesa, me llega el olor del aceite impregnando el pan mientras se desprende de la amalgama de huevo. Mi padre ha traído manzanilla, me lo dice mi nariz. ¿No lo estáis oliendo?


No estoy oliendo el presente, todos los olores me están haciendo vivir el pasado, esos veranos de la niñez, cuando aún creía que siempre serían así, gracias a los cuales yo soy así. Porque respiré, inhalé, esnifé...cada segundo, cada momento, cada instante convirtiéndolo en un todo personal presente que no debo a los olores, sino a los creadores de ellos.

Gracias por mi feliz infancia.

domingo, 24 de julio de 2011

Otherland

Otherland está situado al Norte, decir Norte es muy genérico, es lo opuesto al Sur, y lo que la estrella polar nos indica su dirección en estos momentos.... pues sí allí está Otherland, al Norte.

Yo andaba entre siesta, sueños, comidas plácidas en el vientre de mi madre y ya visitaba Otherland, entonces yo no sabía que estaba al Norte, ni que era el Norte, claro. Luego nací, crecí y seguía yendo a Otherland. Me tiraba por sus calles empinadas con una vieja Motoreta roja, corría de vuelta con los pelos enredados y con rasguños de guerra de niño que había saboreado el arma que es el suelo de asfalto. Jugaba al escondite por todo Otherland con niños Otherlandeños que estaban allí, como yo, en el Norte.

Y fui creciendo más, lo que tiene la suma continua y sucesiva de los años. Y la Motoreta roja se quedó olvidada en la cuadra de la casa de Otherland, y comenzaron los vasos de plásticos en los que meter cerveza. Las calles seguían siendo empinadas, y las subía de nuevo, a veces, con los pelos enredados. Cuando había un callejón que me abrazaba en compañía en las tardes y noches de verano.

Motoreta roja, callejones, vaso de plástico con cerveza....días y noches, charlas eternas con pipas que pelar en dos golpes sonoros (rotura frotal..... cras, y arrastre.....cris). Siempre gente en todo ello, la gente de siempre, los Otherlandeños que jugaban al escondite conmigo, los que me abrazaban allá donde no llegaba la luz de la farola, los que sentados en una escalera de dos peldaños comíamos pipas y hablamos de sueños, o de nada.

Todos hemos crecido, pero yo sigo subiendo las cuestas con mi Motoreta en la mente. Todos hemos crecido, pero todos seguimos bebiendo en vaso de plástico las cervezas, incluso las pipas siguen acompañando, tanto como la complicidad de siempre, la de toda la vida.

Yo vuelvo a Otherland, al Norte, una vez al año, y ahí está "los todos", los que nos queremos porque hemos comido muchas pipas juntos, porque hemos tirado muchos vasos de plástico al suelo, porque hemos crecido por las cuestas, porque somos nosotros y no hay nada más.

Es curioso, se que muchos de ellos, no saben en que trabajo, e incluso no sabrían nombrar el barrio de Wonderland donde yo vivo ahora. Pero no sé, me siento querida por ellos, son ellos...y no hay nada más.

martes, 19 de julio de 2011

¿Cómo soy?

En los últimos días:

- tres personas me han llamado prudente
- veinte personas han recalcado mi "despeinez"
- cuatro personas me han dicho que pienso fuera de la caja
- seis personas me han ubicado como independiente

Así que he llegado a la conclusión de mi ser:

"soy una persona independiente en mi peinar, porque no encuentro el peine dentro de la caja y la prudencia me impide pedir uno prestado".

domingo, 10 de julio de 2011

Des-pedidas

No sé porque despedir se llama así, es la combinación de "des" y "pedir". Literalmente sería lo contrario de pedir, la negación de este verbo.

Y no, yo pido en las des-pedidas, pido que no se vayan, que se queden, que no tenga que sentir esa desazón, esa perdida, de que no sólo se va esa persona, si no que irremediablemente algo más se va detrás de ella; hablemos de momentos, de historias, de ese tiempo que no volverá...de la vez siguiente, si nos vemos, ya no seremos los mismos que en el momento en el que nos des-pedimos.

No me gusta el nombre des-pedir, y no me gustan las des-pedidas.
Hay muchas clases de ellas: las que ocurren para siempre, te abrazas sabiendo que será la última vez que te veas, aunque digas tímidamente y con un hilo de voz "hasta luego".
Hay otras que son momentáneas, te verás, lo sabes, no sabes cuándo, pero hay algo que te une a la sensación de que sí, la vas a ver, dos mundos diferentes pero que encontrarán un lugar común.
Muchas de ellas son casuales, sólo pasarán unos días, unas semanas o escasos meses hasta que volváis a teneros delante, pero habrá tristeza en el tiempo, en saber que no va a haber tacto, miradas, complicidad en centímetros.
Las hay en las que uno se queda y otro se va, se va, fuera del universo, no sabemos a dónde, no sabemos si realmente se ha puesto de viaje o ha sido una simple y real desaparición.

Insisto, no me gusta el nombre des-pedir, y no me gustan las des-pedidas.

Perdonarme por ello, que no me des-pedida ...

sábado, 9 de julio de 2011

Vente

Ponme un gintonic, de esos que tú me sabes poner, de los que cuando me los bebe, es como beberte. Elige nuestra música, sí, ya sabes la que nos gusta, no la que me me encanta, no con la que disfrutas, si no la nuestra, la que amamos nosotros juntos, los dos. Ya sabes, sacaremos esos temas de conversación infinitos, que son como cadenas que se unen y entrelazan, en los que nos perdemos, porque nos gusta hacerlo. ¿Cuándo te vienes?.

Te estoy esperando.

viernes, 8 de julio de 2011

Unas gotas de alcohol

El alcohol estaba corriendo por mis venas, comenzó siendo unas simples gotas, serían unos escasos miligramos que descendían y ascendían y que me hacían pedir más moléculas de etanol para agrandar el grupo. Yo le hice caso, seguí ingiriendo más militros, centilitros en diferentes formas y estilos....las gotas se reproducían, era una marabunda enloquecida, que se agitaban más energéticamente en la carrera de subida y bajada por mi cuerpo. Las gotas se aglomeraban, se revolucionaban desde mis piernas, entorpecimiento mi movimiento hasta mi cerebro, nublando mi entendimiento.

Sí, soy amiga de esas gotas, me gusta que invadan mi cuerpo, que dejen mi mente volar, que no la limiten, que se pierda mi sentido en mi ser, o ¿es al revés?.

Pero también, me gusta cuando se van, cuando me abandonan,  me gusta su lenta despedida, sigilosa, dejándome que recupere el control de mi cuerpo, de mi mente.

Gatillazos

Estaba yo el otro día tomándome un te, creo que era de sabor afrutado, quizá traído de Granada o bien de la tienda de la Gran Vía, no recuerdo. Pero yo andaba con mi te, mientras intercambiaba momentos en forma de palabras contigo (sí, se que lo vas a leer) cuando me lo confesaste, bueno lo habíamos hablado antes (creo que te conté que alguien le había pasado lo mismo) tuviste tu primer gatillazo.

¿Pero hay algo más curioso que tener un gatillazo con un vibrador? Por lo menos, no tienes que escuchar justificaciones.

lunes, 4 de julio de 2011

¿Quién me gusta?

Tengo una amiga por ahí, que hoy entre email y email, emails de los nuestros, de los de todos los días, de los que hablamos de todo y de nada, de los que reímos, nos contamos partes de nosotras, emails de los que se suceden cada día, comenzando hablando de algo triste y acabando escribiendo algo contento, emails donde recorremos muchos caminos, para recorrer esa distancia que nos separa, que así se hace más corta. Pues en uno de esos emails...se ha esbozado la descripción de una persona:

"... que le encante viajar, que sea más bien izquierdoso, que se deje barba de dos días, que le encante las sorpresas, que tenga una pizca de innovación cada día, que le gusten las playas nudistas, que tenga una gran conversación, que le encante tomarse una copa de vino con música de fondo y hablando de lo húmano y lo divino, que sea discreto, que haga locuras, que tenga una sonrisa muy bonita, que se ría de la vida, que cocinemos juntos, que sueñe despierto, que sepa llorar, que sus manos toquen de una forma especial, que su cuello huela a él, que devore la vida, que abra una botella de champagne porque hoy es hoy, que mañana no sepa que hacer, que la improvisación no le asuste...."

¿Cómo pasar un rato?

Parar, no corráis siempre, tomaros un segundo, y pasar un rato:

- hablando conmigo
- mirando las estrellas
- andando sin rumbo
- enfrente del mar
- soñando despierta
- riendo de la vida
- cocinando con ella
- sintiendo el frescor de la lluvia
- escuchando el silencio
- observándole

Parar, no corráis siempre, tomaros un segundo, no os perdáis los ratos de la vida que dan la felicidad simple, sencilla y única. Parar no corráis siempre, tomaros un segundo, no os perdáis los ratos de la vida que la dan sentido, la moldean y la hacen irrepetible.