domingo, 8 de septiembre de 2013

Efímera cama

Se levantó, y la miró.

Estaba preciosa, con sus cabellos negros revueltos sobre la cara, la sonrisa que se le escapaba de su boca, un brillo especial salían de sus ojos verdosos y sus palabras eran música para él.

¿Cómo llegaron a la cama?, ¿cuándo pasó esa conexión que hace dar un paso más sin saberlo?, ¿no se podría para el tiempo?, ¿por qué importarle el mundo ajeno?

No sabía las respuestas, o no las quería saber, solo necesitaba besarle de nuevo, sentirla cerca, saber que ese ahora sería especial para siempre, aunque era consciente que ya no volvería a perderse en sus pechos en el minuto siguiente a la despedida.



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