martes, 13 de septiembre de 2011

Pippi y Ippip

Pippi y Ippip son como Pili y Mili, como el Gordo y el Flaco, como el Yin y el Yan, como Doctor Jekyll y Mr. Hyde, como lo uno y lo otro.

Una se pone la careta de seria y se va a trabajar, hace que su mundo laboral sea interesante, habla en terminología rara, usa vocablos que Pippi nunca usaría. Piensa rápido, busca soluciones a un mundo no práctico que le rodea, para hacerlo más cómodo para ella, para acabar su jornada laboral y saber que ya no volverá a hablar de ella hasta mañana, la humanidad puede vivir sin escucharla. La otra, se pone unas deportivas, quizá unas sandalias, come pipas mientras deja la mente en blanco y habla de lo que Ippip llamaría intrascendente con amigos, con gente que quiere. A veces sacia la sed de las pipas con una cerveza, ríe cuando siente que está ligera, que su mente deja vivir a su cuerpo.

Pippi nunca sería amiga de Ippip, ni Ippip soportaría a Pippi. Creo que alguna vez se han visto por la calle, y se han mirado de soslayo, físicamente se parecen, esta semejanza les ha hecho incluso confundirse, pensar que podían ser la misma persona, quee estaban delante de ellas mismas. Luego han cerrado los ojos y han seguido adelante.

¡Qué absurdo parecerme a esa chica despeinada con cara de seria!, piensa Pippi.
¡Qué absurdo parecerme a esa chica despeinada con cara de nada!, piensa Ippip.

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