- ¿Qué te pasa?. Sé que te pasa algo, no lo quieres decir, pero no estás bien. Y estoy preocupada y me duele.
Esa frase salida de la boca de su madre le golpeó el alma y le dio un portazo a la parte abierta de su mente que no se atrevía a cerrar.
- No me pasa nada, de verdad.
Mintió, pero sabía que acababa de cerrar ésa puerta, a partir de mañana iba a ser verdad.
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