jueves, 7 de abril de 2011

Hoy voy a hablar de tí otra vez...y del Aleph

- ¿Cual es la curiosidad de hablar de mí?
- Me gusta, me divierte, me encanta meterme en tu cerebro que crees que es hermético, que nadie conoce y es más obvio de lo que crees.
- No sabes lo que siento.
- Sí claro. ¿No sé que ayer cuando me miraste, me dijiste con tus ojos, con tu movimiento nervioso sobre tu pelo, con tu habla rápido y lioso (que sé que esto último te encanta hacerlo así) que no era tu día?
- Ayer fui feliz, eso creo, no te entiendo, fue un día, un buen día.
- Ayer quizá  fuiste feliz, incluso más que otras veces, por eso pasó algo más ayer y hoy  quizá incluso, ¿me equivoco?. Has vuelto a ver dentro del Aleph (ves, te conozco, sé que amas a Borges y además sabes a que me refiero).
- El Aleph es infinito, todo lo abarca, no tiene limites. No me entiendes del todo, si no estarías ahora conmigo, sabes que te necesito. Pero bueno sí, creo que quizá algo me entiendas, incluso has visto que quiero volver a cruzar límites, o quizá ¿no?, sólo imaginarlos. Pero eso es el Aleph.
- ¿El Aleph? Es poético, incluso bucólico. Pero.... ¿por qué no te explicas mejor?.
- Porque creo que no me quiero escuchar....

http://www.textosenlinea.com.ar/borges/El%20aleph.pdf

No hay comentarios:

Publicar un comentario